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El Puente Romano de Salamanca

El Puente Romano de Salamanca

El Puente Romano forma parte de la Vía de la Plata, una de las tres calzadas romanas que enlazaban Emérita Augusta (Mérida) con Cesar Augusta (Zaragoza) y con Astorga por la Vía de la Plata, actualmente la imagen de este Puente Romano es un exponente universal de la ciudad de Salamanca.

Ya en la Helmantica, los romanos advirtieron la importancia de esta ciudad por su estratégica ubicación junto a las tres colinas y a la vera del río Tormes de vital importancia para abastecerse de sus aguas al tiempo que era un obstáculo a franquear por los enemigos.

Este río de Salamanca era caudaloso y para acceder desde el arrabal al centro de la ciudad por la calle de la Veracruz era imprescindible pasar sus aguas, probablemente Trajano ordeno su construcción para dar paso a sus ejércitos y para evitar el paso de no deseados personajes montaban en el permanentes guardias.

El puente es de piedra y tiene 26 arcos aunque de la primitiva construcción romana solo quedan 15 de ellos en la margen derecha. Son arcos de medio punto típicos de la época con grandes dovelas almohadilladas que datan del año 89. El resto del puente fue reconstruido durante el reinado de Felipe IV (1677).

De 176 metros de largo y 3,70 metros de ancho constituye por si solo una referencia de Salamanca y un lugar agradable de pasear y sentir la naturaleza. Típica costumbre de los novios de hacerse fotos en este lugar ya que desde el Puente Romano se contempla una preciosa vista de Salamanca .

Junto al Puente Romano el verraco de piedra, decapitado, en este lugar es donde se cree que estrelló la cabeza de Lázaro el famoso ciego (léase el Lazarillo del Tormes).

El puente romano forma parte del escudo de la ciudad desde el siglo XIII. De obligada visita.

UBICACIÓN: A la salida de la Ciudad, bajando por las Catedrales hasta el Río Tormes.